Pide y se te dará… ¡pero pide!

A ver, esto es muy fácil pero requiere un acción tuya (como todo en la vida).

¿Tú quieres que tu chico te cuide un poco más? ¿quieres que tus amigas cuenten más contigo? ¿Quieres que tu hermana te ayude con tu madre? ¿Quieres que tener más tiempo para ti los fines de semana? ¿quieres que tu jefe te dé más responsabilidades….? ¿Tú qué quieres?

Porque si esperas que los demás adivinen lo que tú quieres, puedes esperar sentada (y frustrada).

Tendrás que pedir, siiiii, pedir.

Puede que te lo den y puede que no, pero si tú no das el paso de pedir… no ocurrirá el milagro. Y ahora viene la pregunta del millón: ¿Qué te impide pedir? ¿Qué te asusta al pensarlo?

CLAVES: Aprender a pedir. Soltar el miedo a hacerlo. Creer que lo mereces.